El mundo de las artes, tan rico y variado en sus expresiones, se inspira y
retroalimenta en sus distintas manifestaciones artísticas, y en el caso de la
arquitectura y de la joyería, son dos facetas del arte en las que la
inspiración es mutua, puesto que en ambas se busca una reacción emocional en el
espectador a través de las estructuras, las formas, los colores, los
movimientos y las luces.
Y es que la joyería es el arte de embellecer a las personas, así como
la arquitectura es el arte de embellecer el
hábitat humano.
Es habitual que los arquitectos sepan apreciar la belleza de manera más
profunda que otras profesiones, esto le sucede igual al diseñador de
joyas, y para muchos profesionales del diseño de joyas, la
arquitectura ha sido la fuente de su inspiración. Ambas técnicas comparten
materiales, técnicas de diseño e incluso objetivos cuando hablamos de la
arquitectura entendida como una manifestación estética y no meramente
funcional.
En el diseño de joyas, al igual que en el diseño de elementos
arquitectónicos, se construye, se ornamenta y se desencadenan emociones, hacen
que el espectador se sienta atraído o no por lo que la estructura que tiene
ante sus ojos representa y evoca.
Ambas artes evolucionan en caminos paralelos tanto en su concepción como
en su realización, pasando por técnicas de diseño en 3D para presentar
la obra deseada de una manera altamente realista, en la que ahorrando tiempo y
dinero, se puede ver cómo será el diseño final, pudiendo realizar los ajustes
necesarios prácticamente a tiempo real. En ambos casos se diseña de manera
creativa pero realista, se construye controlando todo el proceso, se explica el
proyecto y en caso de depender de un cliente, se realiza un análisis de sus
necesidades y deseos.
No obstante la creación de
joyas tiene una ventaja que no tiene la arquitectura, y es que el diseño
de joyas es mucho más libre que el de una obra de arquitectura, que debe
responder a las necesidades de su entorno y aportar una seguridad en su uso,
que no es necesario en el caso del diseño de una joya. Obviamente no es
lo mismo crear un edificio enorme que una diminuta joya, encontrándonos con
limitaciones creativas a la hora de que estar hablando de grandes espacios en
los que albergar personas.
Pero tanto en arquitectura como en joyería podemos tener
exclusividad y personalización al máximo en el diseño.
Desde hace tiempo podemos encontrarnos joyas inspiradas en la
arquitectura, ya sea por la imitación de las formas de un edificio o
simplemente por lo que dicho edificio inspira, tampoco es extraño encontrarse
con arquitectos reciclados en diseñadores de joyas que se inspiran en
elementos arquitectónicos o que simplemente, aportan sus conocimientos y
sensibilidad en el diseño personalizado o en el diseño exclusivo de
joyas.